domingo, 16 de diciembre de 2012

Buscaré y buscaré hasta encontrarte.

Una mirada. Una sonrisa. Una caricia. Un beso. Un abrazo. Son gestos cotidianos que sentimos día a día pero, que adquieren mayor significado cuando proceden de la persona que amamos, ¿no? Con 18 años, aún no he sentido nada de estos gestos por parte de la persona amada, ¿triste, no? Nunca he tenido pareja, ni he besado a un chico aún y últimamente he pensado en más de lo que debería en el tema de "novios." Quiero creer que hay alguien, una sola persona que me quiera por mis virtudes pero, también por mis defectos. Una persona que me haga sentir que el tiempo va contra nosotros cuando estoy con él. Una persona que me haga latir el corazón como si su sonrisa fuera el mayor regalo que podría recibir. Una persona que me abrace sin pedir explicaciones. Una persona que me lleve de la mano de la forma más natural posible. Una persona que me haga estremecer con solo un roce o una caricia. Una persona que me haga reír y llorar de alegría. Una persona que me llamé tan solo para oír mi voz. Una persona que sea capaz de dejar su orgullo a un lado y pedir perdón. Una persona que me quiera por lo que vea en  mi interior.

La persona que amas ha de ser tu amigo, tu hermano, tu compañero de viaje, de aventuras, de sentimientos, de sensaciones, de pasión, de amor, de amistad... 

Quiero creer que un día, de forma inesperada y de lo más particular aparezca esta persona y le dé a mi vida una vuelta de 360 grados. Que me haga creer en el amor. Que me haga sentir que valgo la pena, querida, amada, única, especial pero, sobre todo...suya.

Hasta entonces, buscaré y buscaré hasta encontrarte.

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