Palabras sin sentido que necesitaban ser sacadas.

Vacía. Rota. Triste. Desanimada. Deprimida. Derrotada. Son algunos de los adjetivos que más se asemejan a mi estado de ánimo. No hay motivos. No hay ningún ¿por qué? Hay días en los que te sientes mal y no hay ningún motivo en concreto por el que te sientes así. Odio esos días. Se han convertido en una costumbre horrible y difícil de desintoxicarse.

Necesito encontrar mi lugar. Encontrar amigos de verdad. Encontrar el amor verdadero. Encontrar la felicidad. Encontrar mi independencia. Encontrar un trabajo. Encontrar una familia. Encontrar... encontrar... encontrar... quiero que cambie mi vida. Quiero cambiarla. "Este sera mi año" me repetí hace un par de semanas. No hay ningún progreso. Los cambios no suceden de un día para el otro. Lo sé. No hay ni un pequeño progreso. Todos sigue igual. O peor.

Cuando ni la música es capaz de animarte, lo mejor es ir a la cama y dormir. Pensar en que mañana será un día mejor que el día. Siempre es mejor tener un mal día que un día vacío, al menos, cuando tienes un mal día es por algún motivo. No te agobias por saber qué es lo que tiene de malo el día de hoy. Odio estos días. Odio las lágrimas circulan por mis mejillas como si de un circuito de Fórmula 1 se tratara. Odio no secarlas. Odio llorar en silencio.

Cambio. Necesito un puto cambio. Poco a poco. Lo sé. Irás avanzando. Espero. Serás feliz. Tal vez. Nunca pierdas la esperanza. Jamás. Sonríe. Siempre.

Estas son palabras sin sentido que necesitaban ser sacadas.

Mel.

Puta realidad.

Naces, creces y mueres. Es todo lo que nos explican de pequeños en lo referente a la vida. Que equivocados estábamos al creer que era sólo eso. Problemas, problemas y problemas es lo que trae la vida consigo. Vamos creciendo, siendo conscientes poco a poco de lo que se trata la vida, de las consecuencias que conllevan nuestras decisiones, de quienes son nuestros amigos y quienes no, de en que personas podemos confiar y en cuales no, de que es lo mejor y lo peor para nosotros...

La vida se trata de vivirla, de avanzar en el camino, enfrentándonos a todos los obstáculos que aparezcan, de levantarnos cada vez que caemos, de apoyarnos en las personas en las que confiamos, de equivocarnos y volver a empezar de nuevo...

Hoy es día de Reyes, 6 de Enero. Hace diez años estaba en la cama ya durmiendo, deseando despertar y encontrarme los regalos que tanto había deseado a lo largo del año debajo del árbol de Navidad. Lo mejor de la Navidad era ver la cara de felicidad de mis padres al ver lo felices que éramos mi hermano y yo. Ahora, diez años después, con 18 años, la ilusión se ha ido. Mañana sé que no voy a encontrar nada debajo del árbol. He madurado, sí, pero la realidad es muy distinta a la de hace diez años. Hace diez años no entendía de problemas económicos, ahora sí. Hace diez años, no entendía lo que era 'estar en paro', ahora sí. Hace diez años, tenía ilusión, ahora no.

Hoy se me ha partido el corazón cuando mi madre me ha dicho que 'desearía haber tenido dinero para haber comprado algún regalo a ti y a tu hermano' ¿Cuán duro creéis que es eso? Durísimo. No espero nada de nada mañana. ¿Sabeis lo que le he respondido? 'Mamá, todos los días recibo un regalo de Reyes. Para mí, mi regalo de Reyes es verte sonreír todos los días. Es cada abrazo que me das. Es cada vez que besas a papá. Cada vez que besas mi frente. Cada vez que me tocas el pelo. Cada vez que cocino contigo. Cada vez que vienes a mi cuarto y me preguntas por mi día. Cada vez que me llevas de compras. Cada vez que me das consejos. Es el brillo de tus ojos cada vez que hablas de mi hermano o de mí. Cada vez que me dices que me quieres. Mamá, mi regalo de Reyes eres tú.' Hoy estoy feliz porque sé que mi madre está feliz, porque no está decepcionada por no tener ningún regalo. Está feliz por tener los hijos que tiene y por ser como es.

A todos aquellos que están creciendo, bienvenidos a la puta realidad.

No soy perfecta, soy humana.

No soy femenina. No me queda la ropa igual que a las modelos. No soy una chica que tenga como color preferido el rosa. No me gusta parecer un payaso a la hora de pintarme. No soy de esas personas que siguen las modas de la sociedad, paso de ellas. Visto casi siempre de la misma manera (sudadera + vaqueros + tenis o camisa + rebeca + vaqueros + tenis), paso de tacones. Escucho música de años anteriores (The Beatles, Led Zeppelin, The Who, Pink Floyd...), Justin Bieber para mí es un niño que ha enamorado por su físico y su apariencia de niño, no por su música. Tengo cambios de humor constantes. No pienso que tenga muy mal caracter, pero si que me defiendo cuando me atacan. No soy una planta, tengo sentimientos. Siento de forma profunda (por desgracia). Confío demasiado rápido en los demás. He recibido puñaladas de muchas personas. Me encanta viajar y algún día espero poder salir de este país y visitar ciudades como Sydney, Zúrich, Munich, Berlín, Galway, New York, Vancouver... Soy bastante incomprensible porque lloro en momentos estúpidos y soy fuerte cuando no debo serlo. Actúo antes de pensar. Nunca he tenido 'amigos verdaderos'. Soy una lectora compulsiva. No me expreso bien. Soy torpe. Muy cabezota. Me gusta dormir. Jamás he besado a un chico. Jamás he tenido novio. Soy sensible. Mucho. Me encanta soñar despierta. Trato de ayudar a los demás mediante pequeños consejos, los cuales, no me aplico a mí misma. Lloro con frecuencia. Hay días en los que me siento muy sola. No salgo de fiesta. No fumo. Ni bebo. No tomo drogas. Adoro el invierno. No me gusta la playa. Collares y pendientes son mi obsesión. La música es mi vida.

No soy perfecta, soy humana.

Mel.