domingo, 19 de mayo de 2013


A veces pienso en qué hubiera sido de mí sin la música. Cuando lo hago, entro en un estado de ansiedad parecido a cuando imaginamos cómo será nuestra vida tras nuestra muerte. La música ha sido como un bálsamo de agua en fría en momentos de confusión. Ha sido la almohada que absorbe todas mis lágrimas en momentos de tristeza. Ha sido mi fiel amiga cuando necesitaba una sonrisa. Y... ha sido mi desconexión del mundo real cuando necesitaba evadirme y pensar.

Sin ti querida música, no sería quién soy ahora.
Gracias, gracias por todo. Espero que sigas ahí hasta el día en que mi corazón deje de latir. Te necesito. Ahora y siempre.
Mel.

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